Otra cruel burla al periodismo

El premio otorgado a Chávez por la Universidad Nacional de La Plata agravia a los defensores de la prensa libre.


El galardón destinado a premiar la excelencia periodística que la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata entregó ayer al presidente venezolano, Hugo Chávez, constituye otra pesada burla al periodismo y a la ciudadanía, que conciben esa tarea como el incansable ejercicio de informar con independencia y veracidad.

Para que no quedaran dudas de la burla, ayer se impidió la cobertura del acto a los canales de televisión argentinos, con la excepción del canal estatal, único autorizado a transmitir el increíble acto y el inconcebible discurso en el que Chávez destacó su concepto de un periodismo "libre de la dictadura mediática de las burguesías y del capitalismo" y también festejó los cánticos de algunos asistentes en contra del diario Clarín.

Es sabido que Chávez no sólo no es un defensor del periodismo independiente, sino su acérrimo enemigo. El año último, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) cuestionó severamente que pretendiera "controlar las ideas e imponer el silencio. Hace más de tres años cerró Radio Caracas Televisión y tomó ilegalmente con la fuerza militar sus transmisores, que ahora utiliza el gobierno".

Posteriormente, el mandatario cerró 32 emisoras radiales y ahora amenaza y hostiga a otras. El presidente de Globovisión ha enfrentado un sistemático hostigamiento policial y judicial ordenado por Chávez, que le ha hecho comparecer en juicios, atender citaciones, imputaciones, soportar arrestos y allanamientos ilegales a su residencia, hasta que vio agotarse su derecho a la justicia y, ante la última orden de aprehensión que lo enviaría a la cárcel, emprendió el exilio para proteger su integridad física.

El 29 de agosto pasado, el Colegio Nacional de Periodistas y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa venezolanos, entre otras organizaciones, denunciaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA 113 agresiones a periodistas sólo durante 2010.

Parece haber una absoluta coherencia en la elección de los últimos premiados por la casa de estudios platense, pues el año pasado distinguió a Gabriel Mariotto, titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), y al programa 6,7,8, que emite el canal estatal y consiste en una burda propaganda oficialista matizada con ataques al periodismo independiente.

El régimen venezolano y el argentino desprecian, temen y combaten el genuino periodismo y han dado muestras de sobra de esta actitud propia de los totalitarismos. La madrugada del domingo último se bloqueó la salida de camiones de las plantas impresoras de La Nacion y Clarín, un verdadero atentado cometido con la complicidad del Gobierno, que no permitió que la policía diera cumplimiento a la orden judicial de levantar un bloqueo que impidió la distribución de Clarín.

Detrás de la burla que constituye el premio a Chávez, se esconde la peor de las concepciones del periodismo, una que lo niega y lo reduce a mero órgano de propaganda.

Es sintomático y altamente preocupante que, días atrás, un sector de la intelectualidad procuró censurar al escritor Mario Vargas Llosa, y ahora, un sector afín premió a un presidente que ha hecho de la censura su herramienta de gobierno.


Editorial La Nación 30 de marzo de 2011

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